Un nuevo libro sobre Paulo Freire nos muestra al pedagogo brasileño como un gran pensador del socialismo democrático.
El pensamiento humanista tiene verdadero horror al vicio de la departamentalización del conocimiento y a cierta cultura analítica que entiende la totalidad a partir de la yuxtaposición funcional de conocimientos especializados. En las tradiciones de la filosofía política clásica, renacentista y moderna, el principio de totalidad elabora las relaciones de compenetración mutua con las particularidades, lo singular y lo universal.
No hay mayor malentendido que clasificar el pensamiento de Paulo Freire en el campo de la educación como una ruptura o como una mera fuente de inspiración de la cultura del humanismo. Pero es de este modo, como «pensador educativo», que se le ha identificado casi invariablemente.
El mérito exponencial, subversivo y posibilitador de una nueva comprensión del pensamiento de Paulo Freire en este libro de Venício Lima, síntesis y resumen de cinco décadas de investigación y reflexión, es que identifica a Paulo Freire como un pensador de la política que se expresa en la educación y la cultura. Se trata de un paso más coherente en toda una andadura de investigación: ya su tesis doctoral, editada en 1981, recorría el camino de la interdisciplinariedad e intentaba pensar la obra de Paulo Freire desde el ámbito de la comunicación pública.